viernes, 7 de diciembre de 2007

ESTE ERA UN ASUNTO IMPORTANTE.

Llegó un buen día, como todos los días, a la oficina del mero mero mero, un asunto delicado que requería de atención inmediata. Como el susodicho andaba de gira, el jefe de esa oficina turnó de inmediato el asunto al secretario correspondiente, en cuya oficina, sus asistentes lo remitieron con nota de urgente al subsecretario responsable, cuyo secretario particular actuando de inmediato lo envió al director general que conocía de estos asuntos.
Su área de control de gestión, viendo que venía de arriba arriba, lo envió para su atención procedente al subdirector correspondiente. La secretaria del subdirector lo turnó a su vez al jefe de departamento responsable, con instrucciones de atenderlo de inmediato. Como el jefe había salido a almorzar, Jacinto Peláez tomo el asunto para analizarlo.
Después de un rato y de comentarlo con varios compañeros, se les ocurrió que podrían hacer lo mismo que en el caso anterior donde unos talabarteros se quejaban de la falta de apoyo gubernamental para producir alforjas y pretinas, dado que los talabartes ya habían caído en desuso y la producción de sables y espadas iba francamente en picada.
Bueno, pues sugirieron entonces que se creara una comisión y una mesa de diálogo para buscar soluciones a tan delicado problema, sugiriendo que intervinieran otras dependencias para resolver eso sí, de una vez por todas, el problema de los paleteros que estaban atendiendo con tal urgencia. Sugirieron también que se invitara a los gobiernos locales de los estados tradicionalmente productores de paletas, nieve, raspados y derivados.
Prepararon un oficio de respuesta y esperaron a que llegara el jefe para que le echara un vistazo y lo enviara a su subdirector. Estaban a punto de ver este asunto cuando hablo la secretaria del subdirector urgiéndolos a enviarle ese oficio, pues lo pedía con urgencia el subdirector, cosa que hicieron sin más.
Como el subdirector estaba en reunión con sus asistentes, la secretaria lo envió a la oficina del Director General, quien ya se encontraba con el Subsecretario esperando esta respuesta. Lo analizaron rápidamente, le corrigieron de forma algunos párrafos, la secretaria lo puso en papel de la oficina del Secretario y se lo remitieron al mismo para su acuerdo con el presidente.
Alcanzaron al secretario en el auto y le entregaron el oficio, sin embargo, no pudo tener ese acuerdo, pues el mero mero mero estaba atendiendo a un grupo de mujeres tibetanas que venían en su gira de paz 2006-2008. Entonces dejó el oficio en la oficina del jefe de la oficina.
Dado que el mero mero mero iba a tener una reunión con un grupo importante de inversionistas e industriales, los asesores incorporaron en la agenda la formación de esta comisión e incorporaron el rubro de paletas y nieves, junto con el de alforjas y pretinas en los sectores estratégicos de inversión. Para el discurso que se leería, pusieron lo de la formación de la comisión, pues eso siempre merecía la atención de los medios.
Al día siguiente, los titulares de los principales diarios resaltaban. “Se forma la Comisión Nacional para el fomento de la producción y el consumo de paletas, nieves, raspados y derivados y su distribución a través de las cadenas de talabarterías en todo el país. Para estos trabajos se autorizó un presupuesto histórico y la aportación de los industriales del ramo… En su intervención, el mero mero mero, resaltó los trabajos realizados para alcanzar una solución satisfactoria para todos al grave problema que se venía presentando en estos ramos tan importantes de la economía y felicito a su Secretario del ramo por tan atinada y oportuna gestión”.
Al leer esto, Jacinto Peláez se dio cuenta que el origen de todo eso era el oficio que había preparado y que había dejado por error un parrafo del oficio de los talabarteros y bueno, resulto demasiado tarde. Eso sí, probablemente les vaya mejor a los paleteros, por aquello de los subsidios y los apoyos que esta comisión les irá dando y de pasada otro empujoncito a los talabarteros no les caerá mal…Finalmente era un asunto importante.
Por cierto, lo que pedían los paleteros era que no les subieran tanto las tarifas del agua y que los inspectores dejaran de pedirles mordida.
Moraleja: Las Burocracias pueden actuar muy rápido, sobre todo cuando no se trata de emergencias. La disyuntiva sigue siendo si queremos rapidez o precisión…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta buenísimo, me reí mucho...

SERGIO BOURGES R. dijo...

que bueno, me da muchísimo gusto
Sergio